Monday, April 17, 2006

I am the storm I am the wonder and the flashlights nightmares and sudden explosions

Él se aferraba a las instrucciones del microondas como un salvoconducto hacia una felicidad extrema.
Allí podría quemar todas sus penas, tostándolas a fuego lento, con el grill a tope, la luz encendida y los gritos de su conciencia dormida.

Durmió durante días con aquellos papeles. Se despertaba y habían intentado huir por la almohada, siendo sepultados por sus pelos revueltos y sus pesadillas de todo a cien. Otras veces intentaban doblarse, el índice, el primer capítulo y así todo el conjunto de hojas.
Se anudaban unas a otras y descendían por las sábanas, pero su sistema de edredones a prueba de fugas mermaban todas las espectativas.

Al cabo de 30 días las hojas estaban borradas, arrugadas y manoseadas; ninguna letra se podía distinguir, había intentado guardarlas con tanto celo que se habían muerto justo entre sus dedos.
Intento poner en marcha aquel cacharro, nada funcionaba, todos aquellos planes de felicidad en llamas se esfumaban por minutos, entonces buscó una cerilla, la prendió y juntó las hojas.

Se quemaron en 5 minutos.

Comprendió que las ilusiones se gastan con sus propias verdades, que todo se mata a sí mismo, como un jarabe incapaz de curar al enfermedad para la que esta prescrito.
También comprendió que lo más simple es lo más efectivo, pero lo más difícil de hacer...

PD: la escritura automática es una completa mierda [por eso las cañerías suenan tan mal]


#listen to: rinôçèrôse -- schizophonia

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